Una sopa tradicional muy nutritiva y
completa. Puedo deciros que un plato de
esta sopa calentita, para la cena, un día de invierno te “resucita” el cuerpo y
el alma.
A mí me gusta con un puntito picante así que
pongo una pizca de pimentón picante.
INGREDIENTES:
100g de bacalao desalado y desmigado, pueden ser
trozos pequeños que son más económicos. Hay que lavarlo bajo el grifo y
dejarlo en un bol con agua fría en le nevera unas 12 horas.
Unas rebanadas de pan de hogaza del día anterior,
ligeramente tostadas en el horno o en la plancha para que estén bien secas.
Unos dientes de ajo.
2 huevos.
Aceite, sal, pimentón dulce y ½ guindilla o una
pizca de pimentón picante (opcional).
Para comenzar
pelamos y laminamos los dientes de ajo.
En una cazuela con aceite de oliva, freímos
el ajo y la guindilla troceada (si la ponemos).
Incorporamos el bacalao
desmigado y lo rehogamos.
Añadimos el pan
tostado y troceado y una cucharadita de pimentón; mezclamos
bien, para que el pan se impregne de aceite y se fría el pimentón.
Cubrimos con agua y cocinamos a fuego lento durante unos 20 ó 25 minutos.
Pasado este
tiempo, incorporamos los huevos
ligeramente batidos y damos unas vueltas rápidas para que se cuaje en “hilos
finos” no en trozos grandes.
Servimos.
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