sábado, 22 de agosto de 2020

Puerros confitados, con salsa de anchoas.

 

Necesitamos:

2 ó 3 puerros por persona.

Unos granos de pimienta negra.

Una caña de romero fresco.

Aceite de oliva virgen.

Unas anchoas en salazón.

1 diente de ajo.

Vinagre de Jerez.



Empezamos limpiando muy bien los puerros, quitamos la parte verde y nos quedamos con lo más blanco (los nuestros no eran muy blancos porque somos “hortelanos aficionados/principiantes” y …bueno esto es lo que conseguimos ¡iremos mejorando!)

Tenemos que tener especial cuidado de que no quede tierra entre las capas.

Ponemos en cazuela, proporcionada a la cantidad, los granos de pimienta, la caña de romero, sal y los puerros. Cubrimos con aceite y ponemos al fuego.

No puede llegar a hervir, debe mantenerse caliente pero sin llegar a freír; si tenéis un termómetro es fácil, unos 80º es lo ideal, si no hay que vigilar y apagar si sube demasiado y volver a encender cuando enfría un poco. Puede ser un poco laborioso, el estar pendiente, pero el resultado merece la pena.

Dependiendo del grosor necesitaran más o menos tiempo, los míos estuvieron 40 minutos.

Cuando al pincharlos notemos que están blandos apartamos y dejamos enfriar.

Se pueden servir así mismo, templados y con unas piedras de sal gorda o acompañados de una salsa de anchoas.

Salsa de anchoas: ponemos ½ diente de ajo en el mortero con las anchoas y dos cucharadas del aceite del confitado y machacamos hasta conseguir una pasta; aligeramos con dos o tres cucharadas de vinagre.

¡Y listo, a disfrutar!

*El aceite se cuela y se puede reutilizar sin problema.

Hace algún tiempo que no participo en el reto “Color y sabor de temporada” pero este mes he conseguido llegar a tiempo. Aquí está mi aportación.


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