Un plato para chuparse los dedos.
Necesitamos:
Carne picada, de buena calidad.
1 huevo.
Ajo, cebolla, pimiento rojo y pimiento verde: para el sofrito.
Coñac.
Caldo de pollo.
Chocolate negro.
Empezamos haciendo el sofrito: ajo, cebolla y pimiento rojo y verde. Todo
partido muy menudo, en dos o tres cucharadas de aceite de oliva, hasta que esté blandito sin llegar a coger color.
Cuando está hecho lo escurrimos para quitar el aceite y lo dejamos templar
un poco antes de usarlo.
Ponemos la carne en un bol y añadimos: sal, pimienta negra, 1 huevo entero
y el sofrito frío o templado.
Revolvemos hasta que quede una mezcla homogénea.
Hacemos las albóndigas, las pasamos por harina y las freímos.
Las ponemos en una tartera, con un poco de aceite de freírlas, colado, añadimos un
chorrito de coñac, dejamos evaporar el alcohol y ponemos el caldo, hasta casi cubrirlas.
Cocemos a fuego suave unos 10 minutos.
Añadimos el chocolate en el último momento, dejamos 1 minuto, apartamos y dejamos reposar.
Añadimos el chocolate en el último momento, dejamos 1 minuto, apartamos y dejamos reposar.
¡Y listo!
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