Es raro
encontrar a alguien al que no le guste el arroz. Combina bien con casi todo y,
en esta ocasión, lleva acelgas y bacalao que hacen un plato muy completo.
Necesitamos para dos:
200 g de arroz.
Un manojo de acelgas.
½ cebolla.
2 ó 3 dientes de ajo.
2 zanahorias.
½ vaso de vino blanco.
2 tajadas de bacalao desalado.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Empezamos poniendo el bacalao a desalar. Lavamos las tajadas y las ponemos en agua
fría en la nevera. Dependiendo que tamaño usemos necesitará más o menos tiempo;
yo tuve los lomos 48 horas y les cambié el agua tres veces.
Ponemos el
bacalao desalado en una cazuela cubierto de agua fría, al fuego, cuando empiece
a hervir apagamos y dejamos templar sin sacarlo. Así el bacalao quedará
cocinado y el agua unos servirá de caldo para el arroz.
Mientras
lavamos muy bien las acelgas, desechamos las pencas y picamos la parte verde.
Colamos el
caldo y separamos el bacalao en lascas; quitamos las espinas si las tiene.
En una cazuela
baja y plana o en una paella ponemos 2 ó 3 cucharadas de aceite y sofreímos los
dientes de ajo, las zanahorias y la cebolla todo picado menudo a fuego
suave.
Añadimos el
arroz, mezclamos y dejamos que se sofría.
Agregamos el
vino blanco, dejamos un minuto que se evapore el alcohol, ponemos las
acelgas y el caldo caliente.
Dejamos cocer
15/18 minutos; probamos de sal y añadimos si hace falta; el caldo del bacalao
suele estar “animado” así que ¡cuidado!
Cuando ya casi
está hecho lo cubrimos con las lascas de bacalao, apagamos, tapamos la cazuela
y dejamos reposar 4 ó 5 minutos.
¡Y listo!
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