La de hoy es una de esas recetas que yo llamo “un
pequeño gran placer”: la humilde tortilla de patata, con un detalle, un relleno
de champiñones al ajillo.
Esta tortilla acompañada de una ensalada y de un
culín de sidra o una caña hace una cena perfecta.
Preparamos los champiñones al ajillo, para ello
necesitamos:
Champiñones, unos dientes de ajo, sal y aceite.
Limpiamos los champiñones, sin mojarlos y los
partimos.
Pelamos y picamos los dientes de ajo y, en un poco de aceite los freímos; cuando empiezan a tomar color ponemos los champiñones, y sal, dejamos que se hagan. Tiene que evaporarse toda el agua que sueltan.
Se puede poner una guindilla si queréis un toque picante.
Pelamos y picamos los dientes de ajo y, en un poco de aceite los freímos; cuando empiezan a tomar color ponemos los champiñones, y sal, dejamos que se hagan. Tiene que evaporarse toda el agua que sueltan.
Se puede poner una guindilla si queréis un toque picante.
Hacemos
la tortilla friendo las patatas y la cebolla. Batimos los huevos y
mezclamos. Lo repartimos en dos partes iguales.
Cuajamos una mitad del preparado en una sartén y sin darle vuelta la sacamos a un plato dejando la parte sin cuajar hacia arriba.
Cuajamos
la otra mitad de la preparación y sobre ella colocamos los champiñones, en el
centro, sin llegar a los bordes.
Tapamos con la mitad reservada, dejando la parte
cuajada hacia arriba; este paso es el más “complicado”.
Aplastamos un poquito la tortilla para igualarla y que termine de sellar por los laterales.
La sacamos y servimos.
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