Llevo una larga temporada que sólo leo novela negra, mucha novela negra y recetas de cocina, así que tengo una “ensalada” en mi cabeza que cualquier día mezclo las investigaciones, los detectives y hasta los muertos con las verduras y demás ingredientes; no sé que va salir de aquí.
Voy a enseñaros mi última adquisición.
No tiene ni una foto pero sí muchas recetas interesantes, algunas fáciles o otras más complicadas, para el día a día y para las fiestas, de todo un poco pero todas muy bien explicadas.
Lo estreno con una muy sencillita pero con “toque”: no sé si es el vinagre y/o la mantequilla pero os aseguro que queda un plato exquisito y como veis nada complicado.
Necesitamos para dos:
100 gramos de pasta.
½ cebolla.
½ pimiento rojo.
4 champiñones.
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
2 ó 3 cucharadas de vinagre de Jerez.
Un trocito de mantequilla.
Sal y pimienta.
Empezamos preparando la salsa: pelamos la cebolla y la ponemos, con el aceite y un poco de sal, en una sartén grande para que se empiece a pochar, durante unos tres minutos. Aprovechamos para pelar el pimiento (si queda algún trocito de piel no importa), lo partimos y lo añadimos a la sartén.
Limpiamos los champiñones, los partimos y agregamos. Sazonamos con sal y pimienta y dejamos cocer a fuego medio durante unos cuatro o cinco minutos.
Apartamos del calor y ponemos el vinagre.
Cocemos la pasta el tiempo necesario, escurrimos y servimos en una fuente.
Añadimos la mantequilla a la salsa, con el calor se derretirá, y servimos encima de la pasta.
¿Comemos o qué?
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