Hoy toca plato de cuchara que son, ya os lo he comentado varias veces, mis preferidos: hechos con antelación, reposados, para que se integren bien todos los sabores, calentitos y sabrosos.
Necesitamos:
Patatas, unos 200 gramos, por persona.
Chipirones, seis u ocho, por persona.
Para el sofrito: cebolla, pimiento verde y tomate rallado (o triturado de lata).
Sal, perejil y aceite de oliva virgen.
Empezamos poniendo en una cazuela tres o cuatro cucharadas de aceite con la cebolla, el pimiento picado y sal; dejamos que ablande y se ponga trasparente a fuego suave.
Añadimos el tomate y seguimos cocinando hasta que tengamos un sofrito espeso y, entonces, agregamos los chipirones. Subimos el calor y empezarán a soltar su juguito, tapamos. Si es necesario añadimos un poco de agua. Dejamos que se cocinen durante unos quince minutos, más o menos.
En ese tiempo pelamos las patatas y las partimos en trozos más bien grandes.
Las agregamos a la cazuela, cubrimos con el agua justa, para que nos quede una salsa espesa y dejamos cocer despacio hasta que todo el guiso esté blando.
Rectificamos la sal y dejamos reposar unos minutos y antes de servir ponemos un poco de perejil.
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