Este plato es totalmente vegano: legumbre y verduras ¡No os voy a contar el porqué, ya lo imagináis!
Lo más laborioso es lavar bien ¿el o la? kale, sobre todo si, como es nuestro caso, viene de una huerta ecológica donde nada de químico, nada de insecticidas, nada de matar bichitos…máximo respeto a la vida en cualquiera de sus formas.
Después de lavarla bien, asegurándonos que no queda ningún pequeño caracol escondido entre sus pliegues, lo picamos y escaldamos durante un minuto en agua hirviendo; escurrimos y reservamos.
Hacemos un buen sofrito con las hortalizas que tengamos: un chorro de aceite de oliva virgen, unos dientes de ajo, cebolla, puerro, pimiento… es lo que yo usé.
Cuando está todo blando añadimos las lentejas lavadas, cubrimos con agua y dejamos cocer despacio unos quince minutos controlando que no se queden secas.
Pasado ese tiempo agregamos la col, salamos y seguimos cociendo hasta que tengamos un guiso tierno y bien aderezado.
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