El plato que hoy os
propongo es típico de la zona francesa de Alsacia; no sé si allí lo toman como
plato principal pero a mí me parece ideal para acompañar una receta de carne,
especialmente de carne de cerdo (costillas al horno, carrilleras, lomo asado...).
Se puede hacer en un molde
grande tipo flanera para compartir o, como he hecho yo, en moldes individuales.
Tendréis que adaptar el tiempo de horno según decidáis hacer.
Como veréis en los
ingredientes hay una gran mezcla de sabores: una base suave de patata, ácido de
la manzana, dulce de las uvas pasas y
especias, canela, jengibre, pimienta...
Las cantidades son un poco
orientativas, podéis poner más o menos manzana, más o menos pasas, las especias
a vuestro gusto, incluso suprimir alguna si no os gustan.
Necesitamos para cuatro:
6 patatas.
3 manzanas, mejor ácidas.
2 cebollas.
2 huevos.
Un puñado de uvas pasas.
100 g de mantequilla, se
puede sustituir por aceite de oliva virgen extra.
½ cucharilla de canela
molida; 2 ó 3 centímetros de jengibre rallado; pimienta negra y sal.
Empezamos
pelando las patatas, cociéndolas en agua con sal y machacándolas para
hacer un puré espeso; antes de que se enfríe añadimos un trocito de
mantequilla. Reservamos.
Picamos las cebollas
y la ponemos a sofreír despacio con un poco de mantequilla (o aceite); cuando
esté blanda sin coger color añadimos las manzanas peladas y en
trozos pequeños; dejamos unos minutos para que empiece ablandar y agregamos las uvas
pasas. Reservamos.
En un bol mezclamos el
puré de patatas, el sofrito de cebolla, manzana y pasas, los dos
huevos enteros (reservamos un poco para pintar antes de hornear) y las
especias a gusto: canela, pimienta negra, jengibre rallado.
Untamos los moldes con un
poco de mantequilla (o aceite) llenamos y pintamos con el huevo.
Metemos al horno
a 190º hasta que esté; yo los tuve 15 minutos estos ramenquines, un
molde más grande necesitará más tiempo.
¡Y listo!
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