Esta
receta, en mi opinión, sirve para un aperitivo o para una cena de
picoteo, donde comes cosas distintas, un poquito de cada o como
guarnición de una carne.
Un
par de champiñones rellenos, bien calentitos, con un vino o una
caña, aperitivo perfecto.
Necesitamos:
Champiñones grandes, 2 ó 3 por persona.
Tantos huevos como champiñones.
Aceite, ajo, perejil y sal.
Necesitamos:
Champiñones grandes, 2 ó 3 por persona.
Tantos huevos como champiñones.
Aceite, ajo, perejil y sal.
Limpiamos
los champiñones, sin mojarlos y les quitamos el pie. Con una
cucharilla vaciamos un poco más el hueco.
Picamos
ajo y lo ponemos en un cuenco con aceite y sal. Con esta mezcla
rellenamos los champiñones.
Los metemos en el horno, a 200º unos 15
minutos. Comprobamos, con la punta de un cuchillo, si ya están; hay
que dejarlos “casi, casi” hechos.
En este punto ponemos un huevo de codorniz en cada hueco.
En este punto ponemos un huevo de codorniz en cada hueco.
Cascar estos
huevos es un poco difícil: el mejor sistema es pincharlos con la
punta de un cuchillo pequeño de sierra y a partir de ese agujero
“serrar” la cascara delicadamente para no romper la yema.
Los
volvemos a meter al horno, con calor arriba y abajo, hasta que cuaje
el huevo. Depende del calor del horno, pero son apenas un par de minutos.
Hay que vigilarlos y en cuanto la clara se ponga blanca,
sacarlos.
Por eso es necesario que el champiñón ya esté prácticamente terminado cuando le ponemos el huevo.
Por eso es necesario que el champiñón ya esté prácticamente terminado cuando le ponemos el huevo.
En
fin, probad y ya me contaréis.
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