Este postre es muy típico
en Asturias y es un buen ejemplo de la imaginación de las mujeres que con casi
nada, con esos productos humildes que había siempre en casa hacían un postre
exquisito para su familia.
Necesitamos:
Miga de pan del día anterior.
Yo utilicé miga de pan bregado.
Huevos.
Azúcar.
1 vaso de vino blanco.
1 vaso de agua.
1
palo de canela.
Aceite
para freír.
Como
casi todas las recetas tradicionales se hace “a ojo”, sin pesar los
ingredientes.
Empezamos batiendo los huevos, yo usé dos para hacer 8
borrachinos, con dos cucharadas de azúcar.
Vamos
echando la miga de pan desmenuzada en los huevos azucarados y batidos y
revolviendo para que se empape bien.
Tenemos
que conseguir una masa suave y homogénea. Dejamos reposar unos minutos mientras
ponemos en marcha el almíbar.
En un cazo ponemos el vino blanco, el agua, el palo
de canela y azúcar al gusto. Dejamos cocer despacio mientras hacemos
los borrachinos.
Ponemos
en una sartén aceite suficiente para freír.
Vamos
cogiendo cucharadas de masa y ayudándonos con otra cuchara la echamos a freír,
dándole forma de croqueta.
Cuando
terminemos de freír toda la masa los echamos en el almíbar y los dejamos
cocer a fuego muy bajo hasta que empapen todo el almíbar.
Se
pueden comer fríos o templados.
¡Y listo!
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