lunes, 21 de enero de 2019

Tortilla de garbanzos y zanahorias.




Hay tantas tortillas como nuestra imaginación nos permita crear. Se puede mezclar huevo batido con patatas, bacalao, merluza, jamón…casi, casi con cualquier cosa.

Esta vez he aprovechado garbanzos, resto de un cocido, zanahorias y queso así que es una tortilla muy completa y nutritiva.


Necesitamos para dos:
3 huevos.
2 ó 3 zanahorias, dependiendo del tamaño.
Garbanzos cocidos y pelados.
30/40 g de queso, yo puse Idiazabal ahumado, pero el que os guste.
2 dientes de ajo.
2 ó 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Sal, perejil y pimienta negra.

Empezamos pelando las zanahorias y rallándolas. 

Picamos los ajos y los ponemos a freír en una sartén con el aceite.



Cuando empiezan a dorarse añadimos las zanahorias, ponemos pizca de sal y de pimienta negra, dejamos que se cocine a fuego no muy fuerte durante dos o tres minutos.



Yo usé garbanzos que me sobraron de un cocido, si no tenéis podéis cocerlos con unas verduras hasta que estén tiernos o usar garbanzos de bote. Nunca he comido garbanzos de bote por lo que yo no puedo opinar sobre su calidad o su sabor.

La tarea más pesada de esta receta es pelar los garbanzos pero creo que queda mucho más suave la tortilla.

Agregamos los garbanzos a la sartén con la zanahoria, damos unas vueltas para repartirlos bien; apartamos del fuego y añadimos el queso partido en trocitos.



Batimos los huevos y mezclamos con el resto de los ingredientes. Ponemos el perejil picado (yo me olvidé).



Cuajamos la tortilla.



                                           ¡Y listo!

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