Si te gusta el bacalao
este plato te encantará. Sencillo, sabroso, fácil de hacer, puede ser un
aperitivo o un plato para cenar de tapas.
Necesitamos:
Patatas, bacalao salado,
aceite de oliva virgen extra, pimentón y sal gorda.
Empezamos
desalando el bacalao; lo ponemos en un bol, en agua fría en la nevera, después
de lavarlo, durante 24 ó 48 horas dependiendo del grosor de las tajadas.
Cocemos las patatas,
partiendo de agua fría, en trozos gruesos durante unos 18/20 minutos. Conviene
que el hervor no sea muy fuerte para evitar que se rompan.
Mientras ponemos el
bacalao en un cazo y cocemos durante 2 ó 3 minutos;
apartamos del calor y dejamos que se temple para poder separar las lascas sin
quemarnos pero evitando que se enfríe mucho.
Ponemos las patatas
en el plato donde vayamos a servir, colocamos encima el bacalao, espolvoreamos
con el
pimentón, unas piedras de sal gruesa y un buen chorro de aceite
de oliva virgen extra.
Yo pongo el pimentón en un
colador para que me resulte más fácil añadirlo uniformemente. Uso pimentón
dulce pero puede ser mezcla de dulce y picante, según os
guste.
¡Y listo!
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