viernes, 11 de octubre de 2019

Bizcocho de calabacín y limón.



Jugoso, dulce sin exagerar, con gusto a limón, del calabacín ni rastro, como no lo cuentes tú nadie sabrá que lo lleva.

Perfecto para el desayuno.


Necesitamos:
260 g de harina de trigo.
100 g de azúcar.
80 g de uvas pasas.
115 g de leche.
2 huevos.
65 g de aceite de girasol.
170 g de calabacín rallado.
½ sobre de levadura (tipo Royal).
Una pizca de sal.
El jugo y la piel de un limón.
1 cucharada de azúcar glas.

Empezamos encendiendo el horno a 180º para que esté caliente cuando terminemos de preparar la masa.

Pelamos el calabacín, lo rallamos y los dejamos en un colador para que pierda líquido.

Mezclando los ingredientes secos: harina, azúcar, levadura y las uvas pasas. Conviene que las uvas queden bien cubiertas de harina.

En otra fuente batimos los huevos con una pizca de sal, el aceite, la leche y la piel del limón rallada.

Vertemos la masa líquida sobre la seca y mezclamos para que quede una mezcla homogénea.

Agregamos el calabacín y volvemos a mezcla.

Ponemos la masa en el molde; yo usó molde de silicona por lo que no es necesario ponerle nada para que no se pegue.

Horneamos hasta que esté hecho; ya sabéis pinchar con una brocheta de madera y si sale seca es que está. El mío tardo 45 minutos.

Mientras lo tenemos en el horno preparamos el zumo de medio limón mezclado con una cucharada de azúcar glas.

Cuando saquemos el bizcocho del horno lo desmoldamos y, con una brocha lo vamos empapando con la mezcla de zumo de limón y azúcar.

Quedará brillante, algo pegajoso y con mucho sabor a limón.


                                             ¡Y listo!

Este bizcocho está basado en esta receta del Gato goloso.

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