Los que me conocéis, o me leéis alguna vez ya sabéis
que a mí no me gusta empezar las entradas contando anécdotas o cosas personales
pero hoy voy a hacer una excepción porque creo que esta entrada necesita una
pequeña introducción, es un poco especial: hoy inauguramos una sección en el
blog, EL PLATO ESTRELLA DE…
Todo el mundo, o casi todo el mundo, tiene una
receta de esas que uno mismo dice: “a mí esto me sale bien”.
Puede ser un plato muy elaborado o muy sencillo, puede
ser dulce o salado, un cocido, una ensalada, un bocadillo…siempre hay algo.
Muchas personas cuando les pides que te digan su
plato estrella no pueden elegir, o bien se debaten entre muchas ideas o te
dicen que no tienen ninguno especial.
Este es el caso de mi madre, Manuela, que lo primero
que dijo es “yo no tengo ningún plato especial” “yo no sé cocinar” “yo solo sé
hacer la comida del día a día”…y un largo ecétera de frases parecidas. Al final
se decidió por estas carrilleras después de un largo debate sobre “su cocido de
garbanzos”, “su arroz con leche”, “sus croquetas”…
Necesitamos:
2 carrilleras de cerdo, por persona.
Ajo, cebolla, laurel.
Vino blanco, caldo o agua.
Harina.
AOVE, sal.
Limpiamos bien las carrilleras de telillas y grasa;
las salamos y la pasamos por harina, las sacudimos para quitar el exceso y las
ponemos en una cazuela con un poco de aceite hasta que se doren.
Las sacamos para un plato y en ese mismo aceite ponemos
el ajo y la cebolla para que se vayan pochando; cuando empiece a ablandar
volvemos a poner las carrilleras, agregamos un vaso de vino blanco y dejamos
evaporar el alcohol.
Ponemos un poco de agua, o caldo, y dejamos cocer
despacio hasta que estén hechas. Casi al final ponemos unos guisante, de bote,
simplemente necesitan calentarse. Nuestras carrilleras están listas.
Para acompañar podemos, como en esta ocasión, cocer
entera una patata mediana por comensal. Cuando al pincharla notamos que está
casi cocida, la sacamos, pelamos, partimos al medio longitudinalmente y la
añadimos a la cazuela de las carrilleras; dejamos cocer para que coja el sabor
de la salsa.
Servimos adornado con pimiento rojo en conserva.
Versión de Armando Arce Fernández de las carrilleras
de “su mamma” ¡Ole mi niño!
Y el espectacular postre a cargo de mi súper cuñada
Ruth.
Gracias chicos, un detalle precioso.
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