viernes, 13 de junio de 2014

Gelatina de compota de manzana.



Receta de un postre. Según la Real Academia un postre es:  1. locs. advs. A lo último, al fin.
Bueno, pues esto es lo último, el fin de unas manzanas que se iban quedando tristes y solas, al fondo del frutero.

Empezamos haciendo una compota: ponemos las manzanas, lavadas, peladas y partidas, en una cazuela con azúcar moreno, canela en rama, zumo de limón y unas cucharadas de agua.


Cocemos unos 30 minutos, suavemente.
Apartamos y que vaya enfriando. 

Después podemos triturarlo todo y dejarlo uniforme o dejarlo entero, como quede después de cocer. Yo, esta vez me decanté por la segunda opción, con tropezones.

¿No véis nada? Podéis creerme están las hojas de gelatina hidratándose.


Preparamos la gelatina. 
Lo primero hidratar las hojas partidas, para eso, un buen baño en agua fría, durante unos 5 minutos. Sacamos y escurrimos bien. Las ponemos en un bol y añadimos unas cucharadas de agua muy caliente, damos vueltas hasta que se deshagan bien.
 
Cuando estén mezclamos con la compota de manzana, que ya estará tibia, y a los tarritos (reciclados del yogur ¡hay que reutilizar!).

Dejar enfriar, primero fuera y después dentro de la nevera.




En fin, probad y ya me contaréis.


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