Es bueno comer ensalada todo el año pero igual que en invierno te apetece cenar una sopa o una crema calentita ahora, con esta temperatura, una ensalada es lo que te pide el cuerpo.
Lo bueno de las ensaladas, además de otras cosas, es que puedes mezclar ingredientes y aliños a tu gusto, con todas las variaciones que tu imaginación te permita.
Necesitamos para una ración:
Lechuga, rúcula o canónigos, a tu gusto.
Pechuga de pollo, unos 120 gramos.
Ajo y pimienta negra.
½ manzana.
Cerezas, 8 o 10.
Nueces, 3.
Sal y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos preparando el pollo; partimos los filetes de pechuga en trocitos que se puedan comer de un bocado; en una sartén o en la plancha ponemos una cucharada de aceite y los dientes de ajo picados; antes de que cojan color añadimos el pollo, con sal y pimienta, y lo freímos a fuego fuerte hasta que se dore.
Lavamos y partimos la lechuga.
Lavamos muy bien la manzana y, sin pelar la partimos en rodajas finas.
Cascamos las nueces.
Lavamos las cerezas.
Ya sólo nos queda montar la ensalada ¡antes de que se enfríe el pollo! distribuyendo los ingredientes como más nos guste.
Aliñamos con sal y aceite.
¿Comemos o qué?
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