Esta receta es un plato completo, plato único. Lleva un poco de todo, es rápido de hacer y, además, te sirve para “limpiar” (en sentido figurado, claro) la nevera.
Puedes poner las verduras que te gusten o las que tengas, no necesitas grandes cantidades sino un poco de cada una.
¿Los quieres con carne? Taquitos de pechuga de pollo o filete de ternera o, como en este caso medio solomillo de cerdo.
¿O los prefieres con pescado? Mejillones, merluza, rapé, xarda…
Necesitamos para dos:
180/200 gramos de fideos gordos, número 4 o los de fideuá.
Verduras variadas: ajos, cebolla, zanahoria, pimiento verde o rojo, brócoli, calabacín.
Medio solomillo de cerdo, partido en taquitos.
½ cucharilla de cúrcuma (optativa).
½ cucharilla de pimentón dulce.
Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos lavando, pelando y picando todas las verduras; también partimos la carne en trozos de bocado pequeño.
En una cazuela amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite y freímos la carne adobada con sal y pimienta; la sacamos y reservamos.
En la misma cazuela, sin limpiar, vamos sofriendo el ajo, la cebolla y la zanahoria; cuando está un poco blando añadimos el brócoli y lo dejamos un par de minutos; ponemos el calabacín. Salamos y removemos.
Añadimos el pimentón, la cúrcuma y los fideos, damos unas vueltas para que se reparta todo bien y se impregne del sofrito.
Cubrimos con agua (también podemos poner caldo de verduras) y dejamos cocer el tiempo que necesiten los fideos, entre 10 y 12 minutos; cuando falten dos o tres minutos volvemos a poner la carne, que como ya está frita solo necesita calentarse.
¿Comemos o qué?
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