Receta para “los días en blanco”, ¿Sabéis de qué os hablo? Seguro que sí. Hay días que tengo mil ideas en la cabeza para cocinar y hay días en que… pues eso “en blanco”.
Esta receta es para uno de esos días: unas patatas, un paquete de espinacas congeladas y huevos. Poco platos hay con ingredientes más de andar por casa y que exijan menos trabajo físico y mental.
Necesitamos:
Patatas.
Espinacas congeladas o frescas.
1 huevo por persona.
Unos dientes de ajo.
½ cucharilla de pimentón.
½ cucharilla de cúrcuma (optativo)*
Sal, aceite de oliva virgen extra.
Empezamos pelando, partiendo y cociendo las patatas en agua con sal, a fuego moderado para evitar que se rompan. Escurrimos y reservamos.
Cocemos las espinacas el tiempo que marque el paquete, entre 7 u 8 minutos. Ponemos en un colador y escurrimos bien quitando todo el agua posible. Reservamos.
En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite con los dientes de ajo y los freímos ligeramente; añadimos el pimentón, la cúrcuma, las patatas y las espinacas; removemos bien para que todo se impregne y cocinamos un par de minutos.
Hacemos el huevo poché: forramos una tacita con un trozo de film amplio, que sobresalga. Lo untamos con una pizca de aceite; ponemos un huevo con su sal. Atamos el paquete y lo sumergimos en agua hirviendo durante 3 minutos si queremos la yema líquida o cuatro si queremos que se cuaje. Yo la prefiero cuajada.
Emplatamos poniendo el contenido de la sartén y encima el huevo.
*He cogido la costumbre de añadir un poco de cúrcuma a algunos de mis platos por las propiedades tan saludable que tiene. Se puede prescindir.
¿Comemos o qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario