Recuerdo que cuando en el
colegio hacíamos un taller de cocina tod@s l@s niñ@s disfrutaban mucho ¡y
aprendían mucho más! Pesar, medir, mezclar homogéneamente, dividir en partes
iguales, temperatura del horno…todo esto se hace al hacer galletas.
Así que si tenéis niños en
casa, hijos o nietos os animo a hacer estas sencillas galletas, aprenderán,
disfrutarán y… ¡merendarán como campeones!
Necesitamos para 12
galletas:
1 huevo mediano.
70 g de azúcar blanco.
195 g de harina.
60 g de mantequilla.
20 g de leche.
Ralladura de 1 mandarina.
Empezamos
preparando todos los ingredientes: dejar el huevo y la mantequilla a
temperatura ambiente; lavar, muy bien la mandarina y rallarla; pesar los demás
ingredientes.
En un bol grande poner el
huevo y el azúcar, batir.
Añadir la
leche y la ralladura de mandarina, batir.
Agregar la
mantequilla, seguir batiendo.
Ahora ir poniendo la
harina tamizada, poco a poco, no toda a la vez pues puede ser que no
necesitemos toda o por el contrario necesitemos poner un poco más ya que
depende del tamaño del huevo y de la propia harina.
Tenemos que hacer una masa
blanda pero que no se pegue a las manos.
Calentamos el
horno a 190º.
Hacemos bolas
de tamaño uniforme; las mías pesaban entre 32 y 34 gramos.
Las horneamos durante unos
12 minutos, más o menos o hasta que veáis que tienen un bonito color
dorado.
Las sacamos a una rejilla
hasta que se enfríen.
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