Un buen bocadillo, hecho
con buen pan y con ingredientes sanos y de calidad es siempre una excelente
idea para la merienda o la cena.
Hay tantas clases de bocadillos
como comensales, es muy fácil personalizarlo: quitar, poner, añadir o sustituir
ingredientes para adaptarlo a nuestros gusto o a lo que hay en la despensa.
Necesitamos:
Pan, yo usé bregado de
hogaza pero cualquier buen pan os sirve.
Huevo cocido.
Lechuga.
Queso Emmental.
Queso crema.
Mostaza.
Perejil seco.
Aceite de oliva virgen
extra, vinagre y sal.
Empezamos
cociendo el/los huevos durante 10 minutos. Dejamos enfriar, pelamos y
machacamos con un tenedor hasta dejarlo hecho una pasta.
Ponemos mostaza,
al gusto y revolvemos para dejar una masa uniforme.
Espolvoreamos un poco de perejil
seco.
Si lo preferís podéis
poner mayonesa en vez de mostaza.
Tostamos el
pan.
Lavamos la
lechuga y la partimos en trozos pequeños. La aderezamos con aceite,
vinagre y sal.
Usa rúcula, canónigos o
lechuga de roble en vez de lechuga si te gusta más.
Sobre el pan ponemos una
capa abundante de queso crema y encima la lechuga aderezada.
Sobre la otra rebanada de
pan ponemos la mezcla de huevo y mostaza.
Encima unas lonchas de queso
Emmental.
Cambia, si quieres, la
clase de queso por otra, pero que no sea demasiado protagonista.
Cerramos el bocadillo.
¡Y listo! ¡A disfrutar!
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