Necesitamos para dos:
6 medallones de solomillo.
1 cebolla mediana.
2 dientes de ajo.
½ pimiento verde.
10 ciruelas pasas, sin hueso.
10 orejones de albaricoque.
1 vaso pequeño de vino tinto.
1 vaso pequeño de caldo de carne o de verduras.
1 hoja de laurel.
Sal y pimienta negra.
½ cucharilla de maicena.
Aceite de oliva virgen extra.
Empezamos salpimentando los medallones de solomillo y los doramos en una cazuela con
dos cucharadas de aceite. Cuando estén dorados los retiramos.
Pelamos y picamos los ajos, la cebolla y el pimiento verde. Lavamos
la hoja de laurel.
En la misma cazuela donde hemos dorado la carne vamos
a hacer la salsa: ponemos primero los ajos, añadimos la cebolla, el pimiento
verde y el laurel; salamos y dejamos que se vaya cocinando hasta que la cebolla
esté blanda.
Echamos el vino y hervimos dos o tres minutos para que
evapore el alcohol; agregamos el caldo, las ciruelas y los orejones; dejamos
cocer despacio unos cinco o seis minutos.
Volvemos a poner la carne y, en medio pocillo de agua
desleímos la maicena y también lo añadimos.
Dejamos cocer unos dos o tres minutos y la carne
estará bien hecha y la salsa habrá espesado.
Si queréis podéis pasar la salsa por la batidora,
antes de poner las ciruelas y los orejones.
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