jueves, 20 de marzo de 2014

Lombarda con manzana, almendras y dátiles.



Hoy es uno de esos días en que siento muchísimo tener la cámara de fotos que tengo y, sobre todo, la habilidad fotográfica que tengo, que es…la que es. ¿Y por qué? Pues porque hoy hay aquí mucho color.

A veces tengo ayuda con las fotos,... si esas, esas que veis buenas, las demás son cosa mía.
En fin, vamos.

Lombarda.

Cebollas moradas, las últimas de la huerta de Nora, hasta la próxima cosecha.
Ponemos en una cazuela un poco de aceite, añadimos 2 cebollas rojas cortadas en juliana y cocinamos hasta que estén blandas. Las mías tardaron unos 20 minutos. 

 Añadimos la lombarda picada pequeña y bien lavada y escurrida.
Removemos para que esté todo bien mezclado.

Ponemos un poco de agua y un chorro de vinagre. Tapamos y cocemos lentamente, unos 15 minutos.
Agregamos las manzanas peladas y partidas en trozos gruesos.




Seguimos cociendo, tapado, hasta que la lombarda esté tierna; yo la tuve otros 30 minutos.
Comprobamos la sal.
Dicen los tratados sobre la lombarda que se puede servir con piñones y/o pasas. Bueno, no sé si recordáis el chiste del que pidió en un restaurante chorizo con sandía porque no quería pedir, como hacía todo el mundo, melón con jamón.
Pues yo hice lo mismo, nada de piñones o almendras, nada de uvas pasa, yo dátiles sin hueso y partiditos.
¿El resultado? GENIAL: ácido del vinagre, dulce de los dátiles, crujiente de las almendras, tierna y suave la lombarda y la manzana...


En fin, probad y ya me contaréis.

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