Un postre: piruletas heladas (o frías) de fruta y chocolate.
Hay que hacerlo con antelación, no es un postre de último momento.
Pelamos y partimos los kiwis, en cuatro rodajas; les clavamos unos palitos de polos o, como yo, que no los tenía, unos palitos de brochetas.
Los dejamos en el congelador (yo los tuve unas dos horas) o en el frigorífico.
Ponemos el chocolate a fundir, al baño María, suave, suave, con cuidadito ya que se quema con facilidad. Hay que usar un recipiente profundo y con poco diámetro, así es mucho más fácil bañar la fruta.
Después de bañarlas hay que ponerlas en un vaso o clavadas en “un erizo” hasta que el chocolate se solidifique un poco, no tarda y luego al congelador o al frigorífico.
Podemos bañarlas por completo o sólo una parte.
En cuanto al chocolate pues a elegir: negro, con leche, blanco…
Yo las hice con kiwi pero admite variantes; la próxima vez las haré con fresón ¿os lo imagináis?
Esta receta la vi en Belenciaga
En fin, probad y ya me contaréis.
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